A mi único amor.

Ni tan solo un poco me arrepiento del 2019.

Estoy recordando todas esas veces que me hizo reír, no recuerdo con claridad las cosas de las que reía, pero lo hacía con frecuencia, pero... ¿tu te reías también?, lo hacías, si...

Estoy mirando al pasado otra vez, por mi culpa, vi de nuevo tu perfil, no puedo evitarlo, subiste fotos nuevas y aún te ves tan bien, lo más curioso es que la mayoría que sabe de ti, critica tu color de piel, lo que no saben, es que es lo que más me gusta de ti, quizá si fueras albino o tuvieras un color bronceado, no me gustarías tanto y tus manos, no se comparan con ninguna otra, el tamaño perfecto... la textura perfecta... ¿recordará cuando la ponía contra la mía?, o cuando rozaba mi piel... las caricias más tibias y profundas que ha sentido mi alma y mi frente, creo que su lugar favorito para besar siempre era mi frente, no le importaba si tenía cabello, sudor, tierra o pastel... como el de mi cumpleaños.

Ya casi cumplo 25, y aún no olvido mis tres cumpleaños favoritos contigo, me dabas tanta felicidad... aún en el último cumpleaños, recuerdo que no había velas para soplar, me compraron pobremente un pastel mis familiares... sacaste tu encendedor y lo mantuviste en prendido, hasta que terminaron de cantarme “las mañanitas”, sé que te quemaste por ello pero tu cariño era más fuerte y yo casi lloro.

Y así son varios recuerdos de aquel año... donde no me arrepiento de tenerte y agradezco sobre todo que te conocí, en la forma en la que dos adolescentes lo hacen.