Contradicción, sabor del olvido.

La pena... el coraje... y la rabia que da cuando el amor se... ¿acaba?. No, no acaba el amor, si el odio se presenta en forma de dudas, entonces solo era un capricho, un deseo pasajero para alardear, pero es cruel ¿no?:"¡CLARO!, claro que lo es"... me dije mientras le escribía otra carta amarga, que segun el psicólogo es lo más sano para mi, que putada pagar algo tan caro que no rompí...

Si me lo preguntan, mis historias amorosas parecen mas una novela histórica trágica de endeudamiento que un cuento moderno de hadas, nunca hay mas un algo, siempre hay miedos y fracasos que me generan inseguridades, vacíos emocionales, repudio al mismo patrón, una y otra vez... ¡estoy cansada!, romantice cada tinte y cada red flag, hasta concluir que me odio más de lo que me odia el (río de nervios), me contradigo y vuelven las dudas.

Cambie mi cuarto, los colores, los muebles, cambié mi playlist, cambie el sentimiento de tristeza, cambié mi ruta de camino a casa y me puse furiosa, ¡dios!, tan furiosa que trabaje como antes, reí como antes, maldije como antes, me puse el perfume en las cantidades de antes, comi como antes y pensé: que bien se siente estar de regreso, que bien se siente dejar de pensar en el, que bien se sienten los chistes, los conciertos, la magia... planear nuevos viajes, planear las fiestas, pensar en mi edad y querer vivir mi edad.

Si es que algún día lee estas letras, que no creo, puede saber que lo ha cagado todo, que todo ha sido culpa suya y que cada que le veo, ya no le tengo miedo, ni amor, ni nada... se fueron los ataques de ansiedad, las noches de insomnio, las ganas endiabladas de llorar por todo y que he ganado como siempre, que tomare sus intentos de sabotaje como su último acto de amor, librándome de una bala directa a la cíen, que me he liberado de sus falsos y estupidos pensamientos sin pruebas contundentes, que le agradezco lo bueno y lo malo, porque ahora sé que es lo que no quiero nunca mas en mi vida ¿y saben que es?: a él.

No hay sentimiento más grande de victoria que la superación de amor, la transformación épica de considerar lo realmente importante, el pedestal que te pertenece...