Pequeña.

Vivimos temiendo la muerte de nuestros seres queridos, mientras la nuestra la provocamos en el día a día: no te enamores me dijo mi padre cuando tenía 7, yo estaba coloreando un libro de fantasía y el solo me lo dijo, hubiera preferido que me dijera cosas como “ya no crezcas”, “ámate siempre”, “no te olvides”... pero no fue así, decidí matarme inicialmente con lo único que mi padre me dijo que no hiciera y al principio no parecía nocivo, hasta que bebí, fumé, dormí hasta perder el juicio, hasta que después dejé de querer estar ahí sin él...

y el... ¿que hizo el?, vivió y temió la muerte de alguien más, mientras yo moría en silencio y a la distancia, dándome cuenta que sola estaba ahí porque temía ya no morir, mientras mataba a otros por mi sentir.